EL MANDINGA
Amalia Labrador estaba como de 10 años y dice que se acuerda tanto de un susto que se llevó Ramón Prada porque tenía la costumbre de hacer tramperos y salir a casería, y el papa de Amalia siempre la acompañaba.
Resulta que una noche el papá de ella no fue
y Ramón si armo las escopetas como a las once de la noche escucho que
había
caído algún animal, y se fue solo con Ramiro que era tan solo un niño,
al llegar al sitio encontraron un hombre sentado de espalda en una
piedra, y le dice Ramón qué hace usted
ahí. El mandingas le contesta dale
gracias a Dios que a usted le acompaña ese niño de lo contrario su vida
estaría
en peligro al escuchar estas amenazas de dicho espanto optamos por salir
corriendo
muy asustados, al día siguiente muy de mañana fueron a revisar y todo
estaba
normal las escopetas armadas en su sitio.
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